Para muchos es la desesperación pre electoral hablando y para otros una escondida maniobra del Presidente Donald Trump de solidificar el apoyo de sus bases republicanas lo que lo motivo a anunciar, en una reciente conversación con electores indecisos organizada por la cadena periodística ABC en Filadelfia, de que muy pronto anunciaría un plan con “algo de migración”.

Trump, a quien no le fue bien con las preguntas de los electores, una de las cuales lo mando incluso a callarse le boca y dejarle seguir haciendo su pregunta, dijo que estas medidas serán “muy fuertes” y de mucho impacto, sin precisar si será a favor o en contra de los inmigrantes.

El anuncio del presidente vino después que la dominicana Flor Cruceta -muy emocionada por el fallecimiento de su madre víctima de cáncer-le dijo a Trump que estaba muy agradecida por permitírsela preguntarle al presidente que haría para resolver el problema de inmigración.

Cruceta le dijo que a su madre le hubiese gustado preguntarle qué hará para hacer que el sistema de inmigración haga más fácil que personas como ella puedan llegar a ser ciudadanos y a votar.

Trump, aparentemente confundido, lamentó la muerte de la madre de Cruceta, “por el COVID-19” y le dijo que posiblemente en pocas semanas se daría a conocer un plan al respecto basado en “méritos” de los solicitantes que supuestamente facilitaría más inmigración legal al país.

La respuesta de Trump generó inmediato rechazo en las redes sociales, no solamente por la ridícula confusión presidencial a solo unos segundos de haber escuchado la narrativa de la votante hispana, sino además porque su respuesta es evidentemente electorera, pero sin saberse hasta ahora para satisfacer a qué sectores del electorado.

“Va a ser muy popular”, dijo Trump.