Hola Oklahoma

 

Enemigos del Pueblo

 

March 01, 2019
Enemigos del Pueblo

Por: Carlos Ortiz

La semana pasada una captura que parece ser solo la punta de un peligroso Iceberg que pende sobre la seguridad y la vida de un sector del país.

Se trató del encarcelamiento de Christopher Hasson, un teniente de la Guardia Costera de los Estados Unidos que fue capturado con un impresionante arsenal y, supuestamente un plan para terminar la existencia de un gran número de políticos, periodistas y personalidades con un denominador común:

Son opositores al presidente Donald Trump.

La aprensión de este declarado Supremacista Blanco no mereció, por supuesto, el más mínimo comentario del 45avo ocupante de la Casa Blanca.

No la más mínima crítica en su fluyente asedio diario a través del Twiter.

Esto es solo un eslabón más en la larga historia de reacciones de gente extremista. Frente a las diarias acusaciones que el Presidente hace de quien ose criticarlo o criticar a su familia, empresas y sus políticas.

Trump ha declarado cientos de veces que la prensa que lo critica es el verdadero “enemigo del Pueblo”.

Una frase usada comúnmente por dictadores históricos como Stalin para restarle autoridad moral a la oposición a sus gobiernos.

El Presidente parece no haber encontrado aún el freno o el decoro suficiente para bajarle el tono a sus declaraciones cuando le embarga la rabia por no recibir el trato que cree merecerse.

No parece acabar de darse cuenta del poder de sus palabras y sus críticas lapidarias.

Cuando Trump señala a los enemigos, con los que dice estar “en guerra”, miles de sus más encarnizados seguidores creen escuchar una orden. Después de todo el fue el primero en la historia electoral de este país que tuvo el descaro de recomendarle a sus seguidores que les den palizas a los opositores infiltrados en sus manifestaciones, añadiendo que el estaría satisfecho en correr con los gastos legales que implicaría que alguien escuchase su llamado a la acción física.

El poder de la palabra, especialmente cuando se tienen millones de seguidores es muy peligroso y muchas veces en la historia han llevado a las sociedades a las más catastróficas conflagraciones.

Muchos dicen hoy que si el Presidente sigue en este camino o sigue del todo en la presidencia de los Estados Unidos, es solo cuestión de tiempo el que algunos fanáticos pasen de la retórica, de los planes a la acción.

Como en el caso de este personaje, nacido en los Estados Unidos y acusado de terrorismo interno.

El problema de incentivar la violencia desde las esferas más altas de gobierno de un país es que muy pocos creen que tendrán que pagar por los actos violentos a los que fueron incitados.

Por eso es tiempo de que los Republicanos responsables, a nivel nacional y aquí mismo en Oklahoma, comiencen a razonar en las consecuencias de seguir apoyando a quién hace ese mal uso del poder, que no va con los principios Republicanos, humanos, americanos y mucho menos cristianos.

Aquí nos viene a la cabeza la imagen del Senador James Lankford, quien parece ser -por su identificación cristiana- el llamado a iniciar un movimiento en favor del retorno de la dignidad a su partido, que debió haber comenzado el mismo día en que escucharon semejantes lisuras de boca del propio entonces candidato presidencial Donald Trump.

Porque no hay nada más anticristiano que uno se jacte de agarrar a las mujeres de su sexo por el hecho de tener dinero y poder.

Lo demás sólo sería una hipocresía política.