¡Hartos de tanta vaina!
Por: Carlos
Ortiz
El otro día
le pregunté a un amigo Boricua - puertorriqueño para los que no conocen bien
nuestras culturas – qué cómo le iba últimamente.
“Harto de
tanta vaina”, me contestó.
El amigo, a
lo mejor sin saberlo, estaba encerrando en esta frase el sentimiento nacional
sobre la política nacional, las relaciones sociales dominadas por las ansias de
“likes” en las pantallas azules de nuestras vidas y al final de cuentas por un
éxito económico que debe haberse quedado durmiendo en las arcas de la Torre
Trump en Nueva York, pues no aparece en nuestros cheques.
Al menos no
en los nuestros.
Y es que
cuando los de la cachucha roja nos sacan en cara que la economía es la mejor en
los últimos 400 años o desde la invención del maní confitado, nos cansamos de
chequear nuestras cuentas en el banco para ver si ya llegó … y nada.
Y tiene
razón en decir que está cansado de lo mismo en las noticias, en las
conversaciones y sobre todo en los mensajes de Twiter de un presidente que ha
despertado a los “sleepers” del racismo y los ha traído a la vida y en especial
a la Casa Blanca.
El informe
del investigador especial retornó con un veredicto de insuficientes pruebas
para acusar de colusión con Rusia, con un lacerante “no se le encuentra
culpable o inocente en los cargos de obstrucción de justicia”, y el mandatario
se larga en frenética campaña de “total redemption”, se manda a la campaña,
reavivando su “cariño” por los indocumentados, los amigos de los
indocumentados, los países de origen de los documentados y todo lo que se
parezca y huela a inmigrantes de países hispanos.
Los
norteamericanos -incluyéndonos nosotros- estamos también cansados ya de tanto
odio, de tanto racismo, de tanta ignorancia.
Ignorancia que
esta semana se vio coronada cuando la inteligencia presidencial amenazó con
cortarle ayuda económica a tres países centroamericanos como medio para frenar
la inmigración hacia los Estados Unidos y el canal preferido de POTUS resumió
la ignorancia en los tiempos de Trump con el “lower third” o cintillo de
textos, en el que el mundo entero se dio cuenta que, para esta gente, todos
somos mexicanos.
Eso a
nosotros no nos ofende. Nos da pena.
Nos da pena
que sea el mundo en el que crecerán y se educarán nuestros hijos y los hijos de
ellos.
Da pena que
un canal de televisión que es líder de opinión pueda caer tan bajo en la
escalera de la ignorancia.
Algo que
solo es comparable con aquellos que violan el idioma español todos los días en
canales de televisión Hispanos, sin importarles un comino, como a los de FOX no
les importa embarrar impunemente la cultura de todo un país.
Por eso es
por lo que mucha gente, como mi amigo Boricua, están ya cansados de tanta
vaina.