Hola Oklahoma

 

La guerra del Avocado

 

June 07, 2019
La guerra del Avocado

Por: Carlos Ortiz

Las guerras se iniciaban antes por ofensas mayores. El asesinato de un Archiduque, una invasión, un impuesto al té. En fin. Eran otros tiempos y las guerras solo se decidían por las armas, en batallas de vida o muerte. Desde la época de la Guerra fría, otros ingredientes se han unido a la solución de las diferencias entre países. Ahora una diferencia de opiniones en el manejo de las políticas migratorias de los países podría desencadenar una guerra en la que los muertos y heridos estrían más en las despensas de los hogares norteamericanos, que en ningún otro lado. Y es que la decisión de nuestro presidente, Donald J Trump de castigar a México por supuestamente no ser más drásticos en el manejo de los solicitantes de asilo de países centroamericanos, al final de cuantas la vamos a tener que pagar todos aquí mismo en los “yunaites esteits”.

Trump ha lanzado esta amenaza en contra de TODOS los productos que vienen del país del sur, si es que no se “toman las medidas necesarias para frenar el flujo de centroamericanos que atraviesan México para llegar hasta la frontera con los Estados Unidos, con la intención de solicitar asilo con los pies en territorio norteamericano. Lo primero que se me viene a la mente -después de pensar desesperadamente como cubrir los mandados semanales en caso de que los precios del aguacate se disparen por las nubes, allí mismo por donde parece deambular el raciocino de nuestros gobernantes- es la manera cómo enfrentar un problema que en un 99% es de los Estados Unidos.

Lo segundo es la tristeza de entender que la respuesta del Presidente Mexicano Andrés Manuel López Obrador, serena, alturada y sobre todo abierta al diálogo; te causa vergüenza ajena de no contar con un mandatario que pueda ponerse a esa altura civilizada para tratar un problema que, como el de las drogas y de las armas, atañe tanto a mexicanos, como norteamericanos. Nadie discute que hay un vacío legal en la posibilidad de acceder al asilo por el solo hecho de poner los pies en territorio norteamericano.

Ni México, ni Guatemala, ni El Salvador u Honduras estarían de acuerdo con que esa figura se les presente y por miles en sus fronteras.

No señor. Aquí hay algo que reparar con dignidad y respeto de los valores humanos, tradicionales en la política de este país. Pero vamos por partes y cucharadas.

Antes de llegar a la solución también recordemos lo que el mismo presidente denuncia: Desde has dos años -con el gobierno de Trump- los grupos de gente viniendo a la frontera han pasado de ser unos cientos a unos miles casi diariamente. ¡Desde que el presidente Trump asumió el cargo!

Y es que la constante diatriba nacional contra nuestros países de origen solamente ha exacerbado el deseo de estos migrantes de llegar a suelo norteamericano. En otras palabras, Trump ha sido el principal impulsador de las caravanas con su grita de lo que estaba pasando o no en las fronteras.

Cada denuncia del presidente de que miles venían desde Centroamérica a invadir los Estados Unidos -para entrar fácilmente vía asilo- era una invitación abierta para que más migrantes se decidan a arriesgarse ahora o nunca.

Qué distinto hubiese sido que nuestro presidente encabece una reunión cumbre con los países involucrados en el problema y con dignidad y sentido común, buscar una salida conveniente para todos.Eso hubiese sido la mejor solución, digna un gran estadista. Por eso es que ese no fue el camino que nuestro presidente siguió.