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El Perú desde lejos

 

July 28, 2019
El Perú desde lejos

Por: Carlos Ortiz.---Son cerca de tres millones de peruanos que estas Fiestas Patrias, como muchas anteriores, celebraremos nuestra peruanidad lejos de la tierra que nos vio nacer.

Los inmigrantes, de los cuales cerca de un millón vivimos en los Estados Unidos, festejamos con Festivales, Ferias y presentaciones artísticas cada 28 de Julio contando los días ausentes y los que para algunos les falta para poder regresar.

Somos pues los mejores socios de los gobiernos de turno, en la difusión de los valores peruanos. Somos todos y cada uno de nosotros los embajadores de nuestro Perú.

¿Pero como quedamos en la escalera política, social y económica de nuestro país de origen? ¿Somos, como algunos piensan, un cero a la izquierda solo válido cuando se trata de contabilizar las remesas y su significado en la economía nacional?

De acuerdo con cifras del Banco Central de Reserva del Perú, ya en el 2017 las Remesas enviadas al Perú ascendieron a 3,051 millones de dólares. O como diríamos en este país, 3 billones de dólares anuales. Poco menos de la mitad por todos los ingresos anuales por turismo en el 2018, que ascendió a cerca de 8 billones de dólares.

Por eso es por lo que, fuera de los prejuicios que algunos todavía puedan albergar sobre el compromiso y lealtad para con el Perú de los que nos fuimos, nosotros somos de una u otra manera parte importante en el diario vivir y economía de nuestro país, aun mucho después de habernos ido.

Lo que si hemos dejado de tener -con contadas excepciones- es esa costumbre de la satanización diaria de la política y de la vida en general, a lo mejor inoculados por la lejanía a sistemas de comunicación tradicionales y cibernéticos, en los cuales se incentiva el improperio, la grosería y la falta de respeto entre peruanos.

No somos mejores que quienes se quedaron allá, aunque a lo mejor nuestra exposición a otras culturas, otras costumbres y otros gobiernos; nos han una visión más amplia de nuestras responsabilidades y de nuestros derechos.

Desde no tirar basura en las calles, pasando por no hacer sonar molestas bocinas hasta cumplir ordenanzas ciudadanas, no porque te pueden encontrar, sino porque es lo correcto, son solo algunas de las costumbres que deberíamos enviar junto a esas remesas.

Pero, sin contar lo presente, en el caso del Perú, como en el caso de México y otros países latinoamericanos, cuando ellos nos enviaron a sus hijos, nos enviaron a parte de lo mejor de ellos.

Por ello sería bueno que lo que se prometió durante el gobierno del presidente Alejandro Toledo, hoy en desgracia, se recuerde: Activar y tomar en cuenta como parte del gobierno, el llamado Quinto Suyo.

Ello no con el fin de acceder a la burocracia gubernamental actual, sino con el fin de tratar desde lejos y sin estar inmersos en los constantes conflictos políticos y sociales que, en muchos casos son culpables del estancamiento de proyectos de desarrollo en el país.

Todo esto a través de la creación del Sistema Nacional del Migrante -autónomo y semi privado- donde representantes de los migrantes peruanos de todos los rincones del mundo estén representados para poder canalizar y apoyar a las representaciones diplomáticas, que en muchos casos no se dan abasto para poder difundir y captar recursos para el país.

Pero esto no va a pasar mientras presidente como Vizcarra, ni siquiera mencionen a los migrantes peruanos en su discurso anual, que el mapa de acción de su gobierno.