No deje que lo pongan ansioso
Por : Nohora Chandler (*).............................................
En esta semana, después
de los tiroteos masivos de El Paso y Dayton, Ohio, los medios de comunicación
en español declararon, con base en sus fuentes, que los hispanos estamos en “la
mira” de quienes planean tiroteos masivos. Inmediatamente pensé en que yo
podría también ser una víctima de algún loco convencido por los discursos
racistas de nuestro presidente. No lo niego, me puse un poco ansiosa.
El diccionario dice que
“la ansiedad es básicamente un mecanismo defensivo. Es un sistema de
alerta del ser humano ante situaciones consideradas amenazantes. La función de
la ansiedad es movilizar al organismo, mantenerlo alerta y dispuesto
para intervenir frente a los riesgos y amenazas, de forma que no se produzcan o
se minimicen sus consecuencias”. En otras palabras, debemos empezar a ser
desconfiados, debemos estar pendientes y mirar a cualquiera que tenga cara de
sospechoso, debemos caminar mirando para los lados a ver quién me está mirando
o persiguiendo, en fin, perder la confianza en el otro y la paz cuando salga de
mi casa.
Los hispanos en este
país estamos viviendo un verdadero problema de salud mental, de ansiedad, de
estrés no sólo generado por las acciones gubernamentales en contra de los
inmigrantes, sino ahora por los mismos ciudadanos que se tomaron en sus propias
manos la tarea de eliminar todo lo que no haga a “América grande nuevamente”.
Muchos ciudadanos estadounidenses se han tomado literalmente ese eslogan con el
que el presidente vendió su candidatura, “Hacer grande a América nuevamente” y
buscan a toda costa reducir, suprimir o eliminar todo lo que no sea de aquí, de
EE.UU. Mi pregunta es, ¿quiénes son verdaderamente los “de aquí”?
A los inmigrantes que
vinimos hace poco o hace un par de décadas nos culpan de los males de este
país. A nadie le interesa realmente investigar o aprender del aporte de los
hispanos a esta cultura caucásica y a su economía, solo quieren ver males para
justificar sus propias incapacidades para transformarse y reinventarse en medio
de la diversidad. Este país no es “puro” sin mezclas, siempre ha sido y será
diverso y el papel de sus líderes y gobernantes es aprender y proponer nuevas
formas de gobernar con la riqueza traída de otras partes para ahí SI “hacer a
América grande”.
No es con estrategias
de miedo que se debería gobernar, crear nerviosismo y pánico entre los
inmigrantes no hará que el problema se resuelva, porque con miedo o sin miedo,
los desplazados por el hambre, la pobreza y abandono de los gobiernos del
mundo, siempre estarán buscando un mejor lugar en donde puedan vivir en paz y a
salvo, y este país lo es, o tal vez lo era, antes de este presidente.
Por ahora solo me queda
encomendarme a Dios y a su protección, que es infalible. Nada ni nadie podrán
cambiar el rumbo de los acontecimientos sin la voluntad divina y de NADA sirve
vivir ansioso o estresado pensando que puedo ser el “objetivo” de algún
desadaptado. Vinimos a este país con un propósito: salir adelante y a “echarle
ganas” y es inútil vivir traumatizado si al final va a pasar lo que tenga que
pasar.
(*)
Nohora Chandler es una educadora de salud y una periodista profesional
colombiana radicada en Oklahoma