Por: Carlos Ortiz

Lo primero que se les podrá ocurrir a quienes no compartan nuestro punto de vista político, será que somos demócratas, que queremos apoyar la agenda socialista, que no amamos a los Estados Unidos y su Bandera y cuanta demás idiotez se les ocurre en ese lado de la vereda, cada vez que alguien opina diferente a ellos.

Pero hay cosas que hay que decirlas sin un poquito de cobardía, cuando el destino del país y de Oklahoma están en las manos de los votantes.

En las elecciones presidenciales en las que muchos de nosotros ya hemos votado, no hay duda de que se necesita un nuevo ocupante en la Casa Blanca, que le devuelva a esta gran nación la decencia y el respeto de un mundo asombrado por el manejo de la política norteamericana en los últimos 4 años y por la debacle en el manejo del Coronavirus en el país más adelantado del mundo.

Y en las elecciones para el 5° Distrito Congresional de los Estados Unidos, los Hispanos de Oklahoma, deberíamos unirnos todos para votar por la reelección de la Representante Demócrata Kendra Horn, sin la menor duda.

No creemos que la Representante republicana Stephanie Bice, sea una mala persona ni mucho menos. Creemos que su trabajo en el Senado de Oklahoma desde el 2018 refleja su doctrina política, pero en líneas generales, y como lo decía la republicana Terry Neese, cuando competía con ella por el puesto, en ella no se puede confiar en muchas áreas políticas importantes para Oklahoma.

Entre ellas está por supuesto su posición en el tema migratorio.

Y es que, pese a que Bice siempre ha tratado (por estrategia política) de no tocar el tema que afecta de una u otra manera a los Hispanos que somos casi el 25% de la población de la Ciudad de Oklahoma, su página oficial define su posición en el tema migratorio con la siguiente frase:

“La ciudadanía no debe ser una recompensa para aquellos cuya primera interacción con nuestro país fue un acto ilegal, por muy bien intencionado que sea”.

Una postura que trata de no herir la susceptibilidad de los inmigrantes, pero que de buena cuenta condena a los indocumentados que, a diferencia del presidente, pagamos impuestos para las arcas fiscales de Oklahoma y los Estados Unidos.

O sea que si usted todavía tiene padres, hijos, hermanos, familiares, amigos, clientes o conocidos que siguen en el infierno de la indocumentación, eligiendo a Bice, puede olvidarse de tenerlos junto a ustedes.

Un segundo tema, el de la educación, es otro en el cual la senadora estatal Bice ha demostrado estar en el lado opuesto a los intereses de los maestros y por consiguiente de la educación de nuestros hijos, que son casi el 53% de los estudiantes en Oklahoma City, dando su voto para reducir el presupuesto de educación de Oklahoma por más de 31 millones de dólares.

Todo ello sin siquiera nombrar el manifiesto apoyo de Bice -aunque ya no lo pone mucho en sus anuncios- al presidente Trump por su manejo de la pandemia que ya ha costado la vida a más de 220,000 americanos, entre ellos 1,173 Oklahomenses, muchos de ellos hispanos.

“Creo que ha hecho las decisiones correctas en el momento adecuado para mantener este movimiento país, y aplaudo a eso.”, dijo Bice en un debate con Neese, donde ambas se dedicaron a alabar el manejo del Coronavirus que ha convertido a los Estados Unidos en líder mundial de mortalidad por el COVID-19.

Por su parte, la congresista demócrata ha demostrado ya con hechos que puede trabajar con los dos partidos políticos en provecho de los intereses de Oklahoma.

Ella no solamente cuenta con el apoyo de influyentes republicanos que destacan el poder de convocatoria de Horn, sino que, además, su decisión de sacar adelante proyectos de interés local y nacional.

Elegir a Horn es además una necesidad política para Oklahoma para que los políticos locales que nos representan en Washington no estén blindados por el monopolio político, que es malo en la política, como lo es en los negocios.

Y más aun cuando la identidad del Congreso y de la casa Blanca están a punto de cambiar de dirección.

Por todo ello, creemos que Kendra Horn merece nuestro voto y el suyo.

Y como los latinos votamos en familia, en esta casa ella se lleva 7 votos sólidos.