Opinión: Stitt y Republicanos atropellan derechos en Oklahoma
Por: Por: Carlos Ortiz
Cuando el Gobernador Republicano Kevin Stitt firmó la Ley HB 1674 que protege a quienes atropellen seres humanos cuando sientan que su vida corre peligro en medio de una protesta y declare como fuera de la ley las mismas cuando obstruyan las carreteras o pistas y cuando los protestantes interrumpan las actividades de funcionarios del estado, ha iniciado lo que será una larga batalla en las cortes para salvaguardar derechos básicos de los oklahomenses.
Y también
ha terminado de dividir a los ciudadanos de un estado que ven en esto un
directo ataque republicano a las protestas de Black Lives Matter y las
generadas frente a escándalos de la administración estatal como la de la Cárcel
del Condado de Oklahoma, el abuso policial en o fuera de Oklahoma y los
flagrantes casos de racismo y discriminación que puedan presentarse.
Según muchos críticos de la ley -una entre muchas que atentan contra elementales derechos de los oklahomenses- los autores de la ley que ha hecho suya Stitt al firmarla sin objeciones, no solamente marcan un absurdo jurídico, sino que también le dan a los anti manifestantes carta blanca para herir o matar seres humanos ejerciendo sus derechos de libre reunión y expresión.
Ello porque
nadie puede entrar en la mente de los supuestamente atacados para medir el
grado de “peligro” en el que se encontraban en el momento de cometer ese ahora justificado
acto.
¿Cómo
comprobar que un violento contra manifestante sintió su vida peligrar antes de acelerar
su vehículo contra estas personas?
La justicia, un poder que esta siendo traspasado con esta ley, tenía hasta hoy la responsabilidad a través de los Fiscales y las cortes de justicia, la responsabilidad de determinar la culpabilidad o inocencia de quienes tomarás esta decisión extrema en casos que no se han dado en Oklahoma, pero si en casos de protestas de Black Lives Matter en otros estados.
Stitt ha
posado orgulloso de esta firma en la foto oficial que presentamos.
Mientras
hace solo unos días aprobó la Ley SB 631 que hace de Oklahoma un estado
Santuario de la llamada Segunda Enmienda, que a su vez protege el derecho a
poseer armas.
La ley incluye y está orientada a proteger la tenencia de armas de guerra como los nefastos fusiles automáticos, presentes en casi todas las masacres de los últimos tiempos o cualquier intento de exigir la revisión de antecedentes judiciales a quienes quieran comprar estas armas.
Y también
una serie de leyes anti aborto, entre las cuales se legaliza las sanciones a
los doctores que las practiquen por cualquier motivo en territorio oklahomense.
Estas leyes
están destinadas a afianzar el apoyo de las bases conservadoras del estado en
miras a próximos procesos electorales y en vista al creciente apoyo al partido
demócrata en la capital estatal.