Cual bandada de palomas...
Durante mis
años de infancia y todos los que vinieron después, cada inició del año escolar,
me trae a la memoria al autor puertorriqueño Virgilio Dávila, pues las letras
de una de sus canciones fueron la poesía obligada de miles de ensayos escolares
y editoriales periodísticos que anunciaban el retorno a las clases.
“Cual
Bandadas de palomas que regresan al vergel, ya volvemos a la escuela, anhelantes
de saber…”
Hoy, la
poesía sigue viva, en muchas partes del mundo, donde el sentimiento todavía
prevalece en tiempos de internet.
Y aquí en
Oklahoma la rescatamos del viejo baúl de la memoria para compartirla con
quienes se dignen elevar la línea de su mirada por encima de su teléfono
celular.
En la
Ciudad de Oklahoma son aproximadamente 45,000 las “palomas” que vuelven a las clases
(aunque no todas todavía, pues el tema de la pandemia sigue en escena), de las
cuales un 54% o sea unos 24,300 son Hispanos.
Por ello es por lo que velar por la integridad y la seguridad de estos estudiantes que son nuestra apuesta a futuro, es lo primero que un líder hispano debería hacer después de defender su posición en el tema migratorio, que es igualmente un deber moral de quien tome la representatividad de los hispanos en cualquier parte del territorio norteamericano.
Y por eso
nosotros hemos puesto el ojo en mucho de lo que hace Sean McDaniel, el
Superintendente de las Escuelas Públicas de la Ciudad de Oklahoma en los años
en los que, a diferencia de sus predecesores, el altísimo educador ha durado.
Y hoy,
saliendo a duras penas de la pandemia, no podemos sino mirar con estupor como
nuestra autoridad escolar es dejada a la deriva en su lucha contra el temible
virus y la defensa de la vida de nuestros hijos, 23,400 de ellos.
Y nadie
dice nada.
El
Gobernador Kevin Stitt, cuyo mandato felizmente llegará a su fin el próximo
año, bueno las elecciones serán en noviembre y el cedería la posta en enero del
2023, ha sido una verdadera piedra en el zapato en la lucha contra la pandemia
en sectores como el educativo, donde el larguirucho McDaniel ha dejado muy en
claro su desacuerdo en las normas estatales que le impiden exigir el uso de las
mascarillas en sus escuelas.
Stitt en una
muestra de indolencia y prefiriendo seguir los lineamientos políticos de su
partido Republicano, o los deseos de Donald Trump, aprobó la Ley Estatal 658 prohibiendo
ESPECÍFICAMENTE, que las Escuelas ordenen el uso de mascarilla o exija la
vacunación de sus estudiantes.
“Vamos a
tener que trabajar con las reglas que se nos dan”, ha dicho McDaniel, en clara
referencia a la estúpida ley.
Pero Stitt
y los suyos no están solos en el mundo de Lala la naranja.
Dentro de
las mismas escuelas, donde tenemos 23,400 de nuestros hijos, recuerden, un
poquito más del 40% de maestros o Administradores no han tenido tiempo o
simplemente no les da la gana de vacunarse todavía.
Es decir,
es una muestra representativa de la idiotez anti vacuna que existe en este
estado nuestro.